El mundo empresarial está nuevamente en el ojo de la tormenta tras el reciente atentado contra el empresario minero chiclayano Roberto Carlos Castro Rodríguez, quien logró escapar de un intento de asesinato mientras transitaba por el túnel de Coishco, cerca de Chimbote. Lo que ha causado mayor conmoción es que el empresario ha señalado directamente a su amigo, Jorge Alva Guzmán, como el posible responsable de haber «centrado» el ataque.

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Un atentado que pudo ser mortal
El pasado sábado, mientras Castro Rodríguez viajaba desde Chiclayo hacia Chimbote para recoger a su amigo Alva Guzmán, fue interceptado por un vehículo rojo con letras blancas en los parabrisas. Desde este auto, los ocupantes comenzaron a disparar en su dirección. A pesar de que siete balas impactaron en su camioneta, el empresario logró escapar ileso y rápidamente buscó apoyo policial en una comisaría cercana.
El túnel de Coishco, escenario del violento atentado, es un conocido punto en la carretera de la región, y ahora está en el centro de una investigación policial por intento de homicidio.
Sospechas de traición: La acusación contra Jorge Alva Guzmán
Lo que más ha llamado la atención en este caso es que el propio Roberto Carlos Castro ha señalado a su amigo, Jorge Alva Guzmán, como el posible autor intelectual detrás del ataque. Según su declaración ante las autoridades, Castro reveló que Alva Guzmán le pidió en varias ocasiones compartir su ubicación en tiempo real a través de WhatsApp, argumentando que quería asegurarse de que llegara sano y salvo.
Sin embargo, tras el atentado, Alva Guzmán borró todos los mensajes que intercambiaron y dejó de contestar las llamadas de Castro, lo que incrementó las sospechas. Además, la relación entre ambos ha sido tensa debido a desacuerdos en negocios mineros en Ollotum, región donde Castro había recibido amenazas previas y extorsiones por parte de sujetos que exigían el pago de cupos para permitirle seguir operando.

Antecedentes de violencia: Un ataque similar en Chiclayo
Este no es el primer ataque que sufre el empresario. En septiembre, Castro fue víctima de un tiroteo cuando fue citado por Alva Guzmán frente a tiendas Tottus en Chiclayo. En aquella ocasión, Castro fue atacado a balazos por un sujeto desconocido, pero su amigo nunca se presentó en el lugar, lo que ahora es visto como otro posible indicio de traición.
Las autoridades continúan investigando ambos atentados y buscan esclarecer la participación de Alva Guzmán y otros posibles cómplices en la trama criminal. La tensión en el sector minero de la región ha aumentado, y los empresarios locales temen por su seguridad debido al creciente número de extorsiones y actos de violencia relacionados con el pago de cupos.
Conclusión
Este caso ha puesto en evidencia la peligrosa conexión entre los conflictos empresariales y la violencia en el sector minero del Perú. La traición que Roberto Carlos Castro Rodríguez sospecha de su amigo cercano, Jorge Alva Guzmán, añade una capa de intriga a un caso que ya está siendo minuciosamente investigado por las autoridades.
El caso sigue en desarrollo, y muchos esperan que se haga justicia pronto. Mientras tanto, los empresarios de la región permanecen en alerta, buscando protegerse de estos actos criminales que afectan la seguridad y estabilidad del sector.
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