Video: la pelea a muerte entre un gato montés y una serpiente, con la técnica de la bofetada

Un fotógrafo captó el feroz combate en un bosque de California y las imágenes se viralizaron.

El fotógrafo Robert Martínez se encontraba en el bosque «Angeles National» cerca de San Fernando, California, entre las cordilleras de la sierra de San Gabriel y la sierra Pelona. Buscaba naturaleza, imágenes que lo asombraran para reflejarlas en sus cuentas de las redes sociales. Y encontró lo que pretendía.

Lo logró el 9 de octubre pasado, cuando decidió dejar su cámara encendida para grabar en un paraje boscoso que le pareció ideal para el paso de animales salvajes. Fue en un claro entre los árboles, donde observó como unas pequeñas cuevas en la tierra. Y en ese lugar se dio un memorable encuentro entre un gato de monte y una serpiente cascabel.

Ese típico felino que habita el sur californiano sabe cazar serpientes de cascabel, pero algo siempre le juega en su contra: no son inmunes al veneno de la víbora. ¿Cómo lo hizo entonces?

En la secuencia se ve como el gato salvaje logró perfeccionar su técnica de combate. Mientras camina por el bosque un ruido le llama la atención. Se acerca a unos arbustos y en ese momento se escucha a la cascabel, que lo sorprende. Repentinamente se trenzan en una pelea a muerte en la que se ve como el felino utiliza su método letal.

El zarpazo final: tras haberlo cacheteado varias veces, el felino atrapa al reptil y le da una mordida letal detrás de los ojos.

El zarpazo final: tras haberlo cacheteado varias veces, el felino atrapa al reptil y le da una mordida letal detrás de los ojos.

Con asombrosa habilidad le da bofetadas al reptil, al tiempo que con una velocidad digna de un rayo esquiva los incesantes ataques que recibe.

Finalmente, el punto de inflexión llega cuando el gato se las arregla para, en uno de esos embates, ya con la serpiente cansada por las cachetadas, clavar sus garras en la cabeza de su enemigo y en menos de una fracción de segundo la atrae hasta su cuerpo y la muerde detrás de los ojos. El combate se detiene y la serpiente muere.

El final es bien gatuno: se lleva a su presa muerta a unos metros del «ring», la esconde y vuelve a la arena de la batalla para revolcarse allí mismo, como celebrando su victoria in situ.

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